En Montemurlo, en la aldea industrializada de Oste, tiene su sede la empresa Goritex, trapera desde hace generaciones, activa en la comercialización y transformación de materias primas, desde la lana hasta el cashmere, hoy líder en el sector del reciclado. Aquí los trapos llegan en grandes fardos de colores procedentes de todo el mundo. La clasificación se realiza luego bajo las manos expertas de los "passatori", quienes, con gran habilidad y experiencia, dividen la materia prima por color y calidad y eligen qué prendas pueden guardarse y enviarse a países en desarrollo o a tiendas de ropa usada vintage, lo que en cambio debe ser destruido en un incinerador y lo que puede entrar en el círculo virtuoso de transformación en nuevas materias primas con bajo impacto ambiental.
Trapos de todo el mundo adquieren nueva vida gracias a las manos expertas y la mano de obra de los trabajadores traperos de Goritex.