El Internado Cicognini es mucho más que una institución educativa, es un verdadero templo de la historia local y más allá. A lo largo de más de tres siglos de su vida, entre sus muros han vivido y estudiado personajes ilustres como Gabriele D'Annunzio, Curzio Malaparte, Bettino Ricasoli, Cesare Guasti, Tommaso Landolfi, Sem Benelli, Giuseppe Mazzoni y muchos otros.

La escuela más antigua de la ciudad, hoy primaria, secundaria y bachillerato, fue fundada en 1692 por los padres jesuitas en el antiguo emplazamiento de la Abadía de S. Maria a Grignano, y luego trasladada al edificio actual del siglo XVIII. El internado ha sido, a lo largo de los siglos, un centro de cultura y educación del Gran Ducado de Toscana, el Reino de Italia y la República Italiana.

El nombre del internado se debe al canónigo de Prato Francesco Cicognini, que dejó testamento para la creación de un colegio dedicado a la instrucción y educación de los jóvenes, no sólo de Prato.

El edificio fue diseñado por Giovan Battista Origoni, pero a finales del siglo XVIII el arquitecto Giuseppe Valentini también realizó algunas transformaciones.

Previa petición, es posible visitar algunas de las salas más evocadoras del edificio reservadas a los estudiantes: la capilla privada, el refectorio con frescos de Giacinto Fabbroni, la sala de visitas y el teatro.