La posición elevada y estratégica de Pietramarina, en el límite occidental del territorio de Artimino, ofrecía control sobre el vasto territorio circundante y era un punto de referencia para quienes cruzaban las llanuras o venían de los pasos de los Apeninos. Es probable que Pietramarina formara parte de un sistema de comunicaciones de largo alcance que cruzaba los Apeninos. Desde aquí se puede disfrutar de una vista panorámica de 360 ​​grados de los alrededores, hasta el punto de que el nombre "Pietramarina" proviene del hecho de que, en los días más claros, ¡incluso se puede ver el mar!

Probablemente debido a su posición estratégica, el lugar, que sirvió como zona fortificada y lugar de ceremonias religiosas, estuvo ocupado por los Etruscos durante un largo período, del siglo VII al I a.C. La cima de la colina está rodeada por un muro de aproximadamente 360 ​​metros, aún visible en algunos tramos.

En el extremo noroeste de la zona se encuentra el símbolo de Pietramarina: la misteriosa Roca del Diablo, un afloramiento rocoso monolítico con escalones y grabados, quizás un antiguo lugar de culto. Este enigmático sitio representa una oportunidad única para sumergirse en la historia y la atmósfera de un pasado lleno de secretos.

Visita la zona de Pietramarina y déjate cautivar por su belleza natural y sus misterios milenarios.