Iglesia de San Agustín Las creaciones de Giovan Battista Naldini, Lorenzo Lippi, Empoli y Giovanni Bizzelli se revelan ante tus ojos, transportándote a un vórtice de emociones y belleza atemporal
La Iglesia de Sant'Agostino, erigida con orgullo en la plaza del mismo nombre, es testigo de siglos de historia y renacimiento. Fundada por monjes agustinos allá por 1270, este lugar de fe y espiritualidad se ha transformado con el tiempo en una obra maestra arquitectónica.
En el siglo XV tomaron forma tres naves separadas por columnas cilíndricas y capiteles adornados con hojas de agua que encantaron a los fieles. En el siglo XVII se añadieron ocho altares ediculares a lo largo de las paredes de las naves, ofreciendo espacios para la oración y la reflexión.
Sin embargo, su belleza fue puesta a prueba por el destino. Durante la Segunda Guerra Mundial, una bomba alcanzó el ábside y destruyó el mobiliario de madera creado por un artista de Prato del siglo XV. Pero la determinación de preservar esta joya histórica nunca se ha roto. Entre 1964 y 1966, una cuidadosa restauración devolvió a la iglesia su antiguo esplendor y desde entonces los Padres Sacramentinos la custodian con devoción.
La fachada, sencilla y lineal, está realizada con adoquines con ladrillos y piedras en las esquinas. Sobre ella se alza un campanario rectangular, símbolo de la iglesia en el panorama de la ciudad. El majestuoso portal, que data de la primera mitad del siglo XV, está coronado por una luneta y decorado con tres escudos: Francesco Datini, símbolo de generosidad y devoción, el Municipio, custodio de la historia de la ciudad, y el Ceppo Nuevo, testimonio del profundo vínculo entre el pueblo y la iglesia.
Una vez que cruces el umbral, quedarás envuelto por la majestuosidad de una nave basilical. Las columnas, que hoy lucen con orgullo sus ladrillos vistos, fueron liberadas del yeso durante la restauración de los años 60. Pero son los arcos del siglo XV, elegantemente entrelazados entre las columnas, los que captan la atención, anticipando las soluciones arquitectónicas del Renacimiento.
Maravíllate ante las tres capillas absidiales de finales del siglo XIV, que albergan frescos arrancados de sus paredes, un tesoro artístico que data de los siglos XIV y XV. En el interior, los edículos del siglo XVII albergan obras de arte de grandes maestros como Giovan Battista Naldini, Lorenzo Lippi, Empoli, Giovanni Bizzelli y un artista asociado con Cigoli.