Respira el ambiente medieval de la espléndida Iglesia de San Juan Bautista decapitado, en la pequeña plaza del pueblo de la Fortaleza de Montemurlo.

En el exterior destaca majestuosa la fachada a dos aguas, adornada con un precioso pórtico del siglo XV. Desde el patio, nuestra mirada es captada por un campanario que emerge con elegancia, testimonio de una época pasada en la que sirvió como torre de vigilancia de la Puerta Freccioni (lamentablemente hoy sólo queda la parte inferior). En el siglo XV se levantó la torre y se le añadió un campanario, transformándolo en un elemento aún más imponente.

El interior de la iglesia recibe al visitante con una sugerente nave única, cubierta por un techo de vigas de madera. Las paredes, cuidadosamente enlucidas, reflejan la luz procedente de las ventanas del siglo XVIII, iluminando el ambiente con una atmósfera mágica. En el interior se conservan obras de arte de considerable valor, entre ellas una extraordinaria "Madonna con el Niño y los Santos" de Francesco Granacci (1522), lienzos de Giovanni Stradano (siglo XVI), Matteo Rosselli (siglos XVI-XVII) y Giacinto Fabbroni (siglo XVIII). En el presbiterio domina una preciosa cruz de plata del siglo XIV, ligada a la tradición religiosa local, cuya historia está representada en un fresco de Giovanni del Grasso, fechado hacia 1592, que adorna la contrafachada.

Normalmente, la Iglesia Parroquial se puede visitar previa petición.
No pierdas la oportunidad de explorar este lugar lleno de historia y admirar las obras de arte que cuentan la historia de la tradición y la devoción de Prato.