La iglesia parroquial de San Leonardo se encuentra no lejos de la Villa Medici "La Ferdinanda" en Artimino.

El edificio es un típico ejemplo de estructura románica, con intervenciones de obreros lombardos y existen creencias populares que atribuyen un papel en su fundación a la condesa Matilde de Canossa.

La estructura original de la iglesia data de la segunda mitad del siglo X y no ha sufrido transformaciones sustanciales con el paso del tiempo. En el siglo XIV las naves se cubrieron con bóvedas de crucería, y en los siglos siguientes los interiores se enriquecieron con altares y decoraciones, mientras que en el exterior se añadió la rectoría y la compañía. En la década de 1960, Guido Morozzi llevó a cabo un proyecto de restauración radical que recuperó las estructuras medievales.

En el exterior, una escalera conduce desde la calle de abajo hasta la logia de la entrada principal del siglo XVI. La fachada de la basílica se caracteriza por un imponente arco ciego en el centro y la pared debajo de la logia conserva fragmentos de urnas cinerarias etruscas, ahora reemplazadas por moldes (los originales se encuentran en el Museo Arqueológico Etrusco de Artimino).En el lado izquierdo se encuentra el campanario decorado de piedra arenisca, modificado entre los siglos XVI y XVI.

La parte más evocadora y reconocible del edificio, sin embargo, es la trasera donde destacan los tres ábsides de inspiración lombarda-rávena, probablemente realizados por trabajadores lombardos.

El interior de tres naves alberga estatuas de madera policromada de los siglos XV y XVI, una copia antigua de la Madonna del Pozzo de Franciabigio y una escultura de madera de la escena de la Visitación.