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De castillo en castillo

¡Este es un viaje para aquellos interesados ​​en el encanto medieval y los lugares rodeados de un aura fantasy! Empecemos por el centro de la ciudad...

Sólo podemos partir de uno de los símbolos más distintivos de Prato: el Castillo del Emperador. Su grandeza destaca majestuosamente en el tejido urbano de Prato, conectandose idealmente con el paseo del Cassero, el corredor que conectaba las murallas cercanas a la Puerta Florentina con el interior del castillo a través de la entrada trasera.

Aún en pleno centro, encontramos los restos de los baluartes que definen la planta hexagonal de las antiguas murallas de la ciudad.

Continuando hacia el norte, en el sentido de las agujas del reloj, el Bastión de los Búhos (en Via Curtatone) destaca por su imponente estructura, con mampostería de piedra irregular y vestigios de cañoneras.
A poca distancia, el Bastión de los Judíos (cerca de la estación Porta al Serraglio), iniciado hacia 1530 y diseñado por Bernardo Buontalenti, conserva su estructura de piedra con algunas cañoneras cubiertas, aunque sólo es parcialmente visible.
El Bastión de la Horcas, cerca de Piazza Mercatale, - el único que se puede atravesar por dentro - toma su nombre de las ejecuciones capitales que aquí tuvieron lugar.
Continuando encontramos los Baluartes de Santa Chiara y el de Santa Trinita, este último ahora integrado en una residencia privada.
El Bastión de San Giusto (claramente visible desde Via Cavour) fue construido en 1555 por orden de Cosme I de' Medici, con fines defensivos.

A continuación, el itinerario se aleja del centro y se dirige al norte a lo largo del Valle del Bisenzio (donde se encuentran la Torre de Melagrana, la Roca de Cerbaia y Vernio) y luego desciende hacia Montemurlo, donde se puede visitar su majestuosa Fortaleza.

Continuando hacia el sur, en la zona del Montalbano, se llega a la Fortaleza de Carmignano.

Para los amantes del senderismo, existe la Ruta de las Fortalezas, un camino que conecta cuatro de las fortalezas del itinerario: Montemurlo, Melagrana, Cerbaia y Vernio. Una oportunidad diferente para sumergirte en la naturaleza y la historia de estos lugares.

Nota informativa: la parte del itinerario que se desarrolla en el centro se puede realizar fácilmente a pie. Para el resto recomendamos utilizar el coche.
A la Fortaleza de Cerbaia y a la Torre de Melagrana sólo se puede llegar a pie y equipado con calzado deportivo en el último tramo.
El único museo es el Castillo del Emperador.
El Cassero está abierto para eventos y exposiciones temporales.

Información de la ruta