Aceite de las colinas de Prato
El aceite de las colinas es una auténtica joya, impregnado de los aromas de las hierbas silvestres que crecen bajo la sombra de los olivos centenarios. Es un aceite virgen extra que, además de cumplir con los más altos estándares, también ofrece extraordinarias propiedades organolépticas y beneficios para la salud.
Este aceite es un tesoro insustituible en la rica tradición culinaria toscana, utilizado con maestría especialmente crudo, convirtiéndose en protagonista de casi todas sus recetas. El aceite "nuevo", fresco y vibrante con su color verde brillante y su ligero cosquilleo, resulta especialmente apreciado cuando libera su aroma sobre verduras crudas para una deliciosa salsa, o cuando se vierte generosamente sobre rebanadas de pan de Prato tostado y sobre la clásica fettunta, una explosión de sabor a ajo y aceite, o incluso sobre los humildes frijoles hervidos.
Este elixir es el corazón palpitante de la dieta mediterránea, un condimento principal que, gracias a su riqueza en antioxidantes, esteroles, polifenoles, clorofilas y vitamina E, combate los radicales libres de nuestras células, ayudando a ralentizar el proceso de envejecimiento. La literatura científica es unánime sobre los múltiples beneficios de este oro amarillo para nuestra salud.
Estos son sólo algunos de los muchos secretos del aceite de oliva. ¿Cuanto sabes? La lista de sus maravillas parece interminable: remedios de la abuela, rituales de belleza y aplicaciones diversas.
Pero ¿qué hace que el aceite de oliva virgen extra sea único? Se extrae exclusivamente con métodos mecánicos, sin recurrir a procesos químicos, manteniendo una temperatura inferior a 28°C y debe cumplir con estrictas normas, presentando una acidez máxima del 0,8%. Del exprimido surge un producto 100% crudo, sin necesidad de mayor refinado o procesamiento.