Higos secos de Carmignano
Los higos secos de Carmignano son un manjar tradicional conocido incluso más allá de las fronteras nacionales. En Carmignano cada casa tenía al menos una higuera, y aún hoy sobreviven numerosas variedades. Los higos frescos son un verdadero placer disfrutados con la famosa Mortadela de Prato o rellenos de nata y piñones para un aperitivo irresistible. Sin embargo, es en su tradicional proceso de secado cuando alcanzan su máxima expresión, rellenos de un chorrito de mantequilla y una nuez.
Sólo los higos de la preciada variedad "dottato", considerada la mejor de todos los tiempos, se seleccionan cuidadosamente para secar. Esta variedad, que madura en septiembre, se distingue por su forma redondeada, su piel fina de color verde o amarillento y su pulpa de color ámbar o violáceo, extremadamente dulce y sabrosa. Los frutos se abren longitudinalmente, se exponen al humo de azufre y se dejan secar al sol durante un período de 35 a 40 días. El resultado es extraordinario: higos secos abiertos y "grumosos" que adoptan la característica forma de ocho, enriquecidos con semillas de anís. La gama de colores va del gris al avellana, mientras que en el paladar predomina el dulzor azucarado con una delicada nota de anís. Los higos secos de Carmignano son perfectos como aperitivo, acompañados de la famosa Mortadela de Prato, o como postre de una comida para un final memorable.
Desde 2001, los higos secos de Carmignano cuentan con el reconocimiento de Presidium Slow Food y están protegidos dentro de la Asociación de Productores de Higos Secos de Carmignano.
Para saber más: www.fichisecchidicarmignano.it