Mortadela de Prato
Prato es famosa por su especial y sabrosa mortadela, reconocida con la marca IGP desde febrero de 2016 y presidium Slow Food desde 2000. Este embutido tiene un origen antiguo y un método de producción único, que implica el uso de cortes especiales de carne de cerdo, sal, ajo y un toque de alkermes. Las especias utilizadas, como canela, cilantro, nuez moscada y clavo, junto con las técnicas tradicionales, confieren a esta mortadela una clara referencia a la época medieval.
La presencia de la Mortadela de Prato está documentada en algunos textos que se remontan a 1733, cuando se servía como especialidad local durante un almuerzo organizado para celebrar la beatificación de Sor Caterina de' Ricci en los monasterios dominicos de Prato. Con el tiempo, la reputación de la Mortadela de Prato IGP se ha consolidado y extendido por todo el término municipal de Prato y los municipios vecinos. Gracias a su calidad intrínseca y a su capacidad de exportación, los "fabricantes de salchichas" de Prato han ganado reconocimiento desde el siglo XIX, durante las exposiciones internacionales de Londres y París. Este embutido sigue conquistando paladares refinados y es querido por cocineros de renombre, además de ser elogiado por numerosas publicaciones especializadas en el sector.
La mortadela de Prato se puede disfrutar sola o acompañada de la famosa Bozza ,el pan de Prato. Para los paladares más refinados pero sencillos, queda deliciosa combinada con higos de Carmignano ,preferiblemente de la variedad Dottato. En los últimos años, la mortadela de Prato ha hecho su entrada en la cocina de alto nivel gracias a las interesantes propuestas culinarias elaboradas con maestría por famosos chefs.