Pan de Prato
¡El pan de Prato representa el orgullo de nuestros panaderos! Su receta original, transmitida de generación en generación, implica el uso de harina de trigo blando cuidadosamente seleccionada, agua y levadura madre. Los ingredientes se licuan expertamente hasta obtener la característica forma alargada llamada "baco" (gusano). Tras un periodo de reposo, la masa se vuelve a amasar y se corta a mano, antes de cocerla en el horno.
Una peculiaridad del pan de Prato es que no requiere la adición de sal. De hecho, si lleva sal, ¡no se considera auténtico Pan de Prato! Esta característica lo hace muy versátil y adaptable a diferentes combinaciones de sabores. Ya en el siglo XVI, este pan de gran calidad estaba presente en los puestos del mercado florentino.
Además de su forma clásica, el pan de Prato se puede producir en diferentes variaciones, pero la versión más popular y extendida es la Bozza, que se consume con una amplia gama de acompañamientos. ¡Es importante tener en cuenta que no debes tirar el pan sobrante! Puedes reutilizar el pan duro en sabrosas y sencillas recetas tradicionales, como panzanella, sopa de pan , sopa de tomate y muchas otras delicias que cada comunidad ha creado con imaginación e inventiva.
El pan de Prato representa una delicia culinaria que va más allá de la simple barra de pan, encarnando una historia y una tradición que se remontan a lo largo del tiempo.