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Brutti boni

Los Brutti Boni (feos pero buenos) son pequeños dulces de forma irregular, cuyo origen es objeto de controversia en varias regiones de Italia. Según el Diccionario de cocinas regionales italianas, parecen tener orígenes piamonteses y habrían llegado a Prato gracias a los pasteleros de Saboya, cuando la capital italiana se trasladó de Turín a Florencia.
A pesar de su sencillez, estos postres ofrecen un resultado extraordinario, gracias al uso de pocos ingredientes: azúcar, claras, almendras y avellanas. Un detalle curioso es que antiguamente se utilizaban huesos de melocotones y ciruelas en lugar de almendras.

Preparación

Montar las claras a punto de nieve y añadir el azúcar, la piel de limón rallada, la vainilla y la canela. Continuar mezclando hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Añade las almendras y las avellanas finamente picadas a los huevos batidos. Espesa la mezcla al baño María hasta conseguir la consistencia adecuada.
Cuando tenga la consistencia deseada, forma bolitas con una cuchara y colócalas en una bandeja de horno forrada con láminas de barquillo.
Hornear a temperatura moderada (máximo 150°C) durante el tiempo necesario para que se sequen.

Los Brutti Boni ya están listos para deleitar tu paladar con su sabor único. ¡Disfruta tu comida!