La Fortaleza de Cerbaia es una de las cuatro fortificaciones que se encuentran a lo largo del camino de la Ruta de las Fortalezas, que conecta Montemurlo con el Valle del Bisenzio. Al empinado y difícil camino que sube hasta la estructura medieval se llega a través de un puente de piedra del siglo XIV sobre el río Bisenzio, que sobrevivió milagrosamente a la destrucción de la última guerra mundial.

Aunque el camino que conduce a la fortaleza es empinado y desafiante, la belleza y el ambiente único que podrás respirar una vez llegues compensarán con creces el esfuerzo realizado. Sin embargo, si no te sientes especialmente aventurero o no estás capacitado para afrontar la ruta de senderismo, aún puedes admirar las huellas de esta imponente fortificación desde la carretera estatal o desde la localidad de Gricigliana, situada frente a la fortaleza en la zona de Villa Novellucci.

La Fortaleza de Cerbaia se encuentra en una posición dominante sobre un espolón que domina el valle, rodeada de naturaleza dura. Construida entre finales del siglo XI y principios del XII por los Condes Alberti, pronto se convirtió en el centro del sistema defensivo que custodiaba la carretera que conducía a Emilia Romagna.

Además de su función defensiva, la Fortaleza de Cerbaia fue también residencia de los señores feudales hasta 1361, cuando fue vendida por Niccolò degli Alberti al Ayuntamiento de Florencia. Aquí pasó los últimos años de su vida la noble Cunizza da Romano, de quien habla Dante en la Divina Comedia. Según una antigua leyenda, el propio Dante Alighieri, huyendo de Florencia, llegó a la fortaleza una fría noche de 1285 en busca de refugio, pero fue rechazado.