Catedral de San Esteban Historia, arte y espiritualidad se unen en la magnificencia de la Catedral de Prato
En el corazón de la majestuosa Piazza del Duomo se encuentra la Catedral de Santo Stefano, una maravilla de la arquitectura románico-gótica. Este lugar sagrado, la Catedral de Prato, va más allá de su función religiosa, representando un auténtico símbolo del arte y la historia de la ciudad. Sus muros cuentan secretos ancestrales y conservan tesoros artísticos que tocan el alma de los visitantes.
La catedral destaca por la fascinante alternancia de dos materiales locales: el elegante alberese claro y el mármol verde, también conocido como serpentino de Prato. Esta sugerente combinación de colores crea el bicolor que caracterizó la arquitectura de Prato hasta el siglo XV.
La fachada actual, erigida entre 1385 y 1457, domina la estructura original de estilo románico, diseñada por Guidetto da Como. Entre las dos fachadas, un vacío especialmente dejado todavía permite llegar al púlpito de Donatello y Michelozzo a través de una escalera y un pasillo. El púlpito original se conserva actualmente en el Museo dell'Opera del Duomo. Este mismo púlpito fue utilizado para la Exposición del Cinturón Sagrado de la Virgen, uno de los eventos religiosos más importantes. A lo largo del año, el Cinturón Sagrado se exhibe al público en cinco ocasiones, pero la exhibición solemne tiene lugar el 8 de septiembre, coincidiendo con el evocador Desfile Histórico.
La fachada de la Catedral, de líneas limpias y elegantes, está adornada con un magnífico portal central, coronado por una refinada luneta de terracota vidriada. Los delicados tonos blanco y azul pintados en la luneta representan a la Virgen con el Niño y a los santos Esteban y Lorenzo, acompañados por una serie de graciosos querubines creados por Andrea della Robbia en 1489.
Destacando como la estructura más impresionante de la ciudad de Prato, el campanario, construido a mediados del siglo XII y terminado hacia 1356 con la adición de una celda con ventanas góticas de triple lanceta, ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad.
En el interior de la Catedral, obras de arte de inestimable valor artístico captan la atención de los visitantes. La Capilla de la Asunción y la Capilla Mayor albergan frescos de maestros como Paolo Uccello, Andrea di Giusto y Filippo Lippi. En el crucero derecho se puede admirar la escultura de la Madonna del Olivo de los hermanos Da Maiano, mientras que en el presbiterio se encuentran obras contemporáneas de Robert Morris.
Una verdadera joya de la Catedral de Prato es la Capilla del Cinturón Sagrado, pintada al fresco por Agnolo Gaddi a finales del siglo XIV y creada para albergar la preciosa reliquia mariana. Esta capilla está protegida por una espléndida puerta de bronce que añade un toque de majestuosidad al entorno que la rodea. Pero no podemos olvidar el púlpito interior, que destaca a modo de cáliz en la nave central. Esta refinada obra fue creada por importantes artistas del Renacimiento como Pasquino da Montepulciano y Mino da Fiesole, quienes modelaron el mármol con maestría, creando una obra maestra atemporal.
Para sumergirse por completo en esta atmósfera de arte y espiritualidad, basta con cruzar el umbral de la Catedral y dejarse llevar por las emociones que emanan de cada rincón. Admira las obras de arte que se revelan paso a paso, deja que la magnificencia de la Catedral de San Esteban te cautive y te envuelva con su aura mística.
La Catedral de Prato es mucho más que una visita turística, es un viaje al pasado, un encuentro con el arte y la fe que han marcado la historia de esta maravillosa ciudad.
El encanto de los frescos de Lippi: una narrativa pintada que toca el alma El encanto de los frescos de Lippi: una narrativa pintada que toca el alma
En la evocadora Capilla Mayor de la Catedral de Prato cobra vida un ciclo de extraordinarios frescos, creados por Filippo Lippi y su talentoso equipo entre 1452 y 1465. Esta obra desempeña un papel fundamental en el arte de Lippi y en el panorama renacentista en su conjunto.
A la izquierda, mirando desde la nave hacia el altar mayor, se encuentran las Historias de San Esteban, dedicadas al patrón de la ciudad, y a la derecha las Historias de San Juan Bautista, protector de la cercana Florencia. Estas historias de los dos santos se desarrollan de arriba a abajo, entrelazándose y reflejándose en un sublime juego de espejos. Abajo, en la pared izquierda, el Funeral de San Esteban cobra vida en una evocadora basílica paleocristiana, mientras que en la pared opuesta, una espectacular sala acoge el Banquete de Herodes, con la sinuosa danza de Salomé y la trágica entrega de la cabeza del Bautista a Herodías.
En la pared del fondo, enmarcada por el majestuoso vitral, también diseñado por el propio Lippi, emergen dos santos dentro de nichos pintados, mientras que dos escenas complementarias se revelan a los lados de las historias principales.
Los Frescos de Lippi son una auténtica obra maestra, una sinfonía de colores y formas que cautiva la mirada y captura la imaginación. Cada detalle cuenta una historia, cada pincelada transmite una profunda emoción. A medida que te acerques, te perderás en las expresiones de los personajes, en los pliegues de sus ropas, en los gestos llenos de significado, en la narrativa pintada que marcó la evolución del arte renacentista y que sigue encantando los corazones de quienes quien la contempla.
Para más información: https://www.museidiocesanidiprato.it/it/filippolippi/
Información
- Piazza del Duomo - Prato (PO)
Precio del billete: entrada libre. La visita a la capilla con los frescos de Lippi está incluida en la entrada al Museo dell'Opera del Duomo.
Accesibilidad para discapacitados: sì
Teléfono: 0574 26234
Tipología: Iglesias
Es parte de las rutas: City break en Prato, Descubriendo los Lippi, Atados al Cinturón