El Cavalciotto, una joya milenaria que desafía el tiempo, transporta a los visitantes a un mundo donde el agua baila con maestría y la fuerza es domada por el ingenio humano. Aquí, una majestuosa esclusa, una cabaña con maquinaria de hierro fundido del siglo XIX y un divisor de agua se erigen como monumentos a la grandeza del hombre. Su importancia radica en la capacidad de acoger un flujo masivo de agua, calmando la furia destructiva del río Bisenzio durante las tormentas diluvianas y canalizándolo disciplinadamente. Este desafío épico incluso requirió la opinión de Galileo Galilei allá por 1630.

Originalmente, este fascinante sistema hidráulico fue concebido para recuperar un vasto pantano al noroeste del centro de Prato. Con el paso de los años, se fue perfeccionando y explotando no sólo con fines de drenaje y riego, sino también con fines de defensa y, sobre todo, como fuente de energía hidráulica. Este poderoso motor impulsó 58 fábricas y, a lo largo de los siglos, dio lugar a diversas actividades productivas, entre ellas la metalúrgica, la papelera y, sobre todo, la textil.

La función principal del Cavalciotto era desviar el curso natural del Bisenzio, dando lugar al legendario Gorone, el canal más grande e impresionante de Prato. Inmerso en la historia milenaria de la zona de Prato, el complejo sistema de cornadas revela un acceso único al agua del río Bisenzio: el majestuoso Cavalciotto, cuyo nombre podría derivar de su posición "a horcajadas" en un recodo del Bisenzio.

Desde el Cavalciotto, a través de un complejo sistema de volantes y compuertas perfeccionado en el siglo XIX, las aguas del río son conducidas hacia el Gorone. Los primeros testimonios de un molino alimentado por el Gorone datan del año 1003, lo que demuestra el extraordinario potencial de esta fuente de energía.

Gracias a la fuerza de las aguas del Gorone, la zona norte de Prato se ha consolidado como el corazón palpitante de las fábricas hidráulicas. A lo largo del siglo XX, muchos de estos artefactos antiguos se transformaron en grandes complejos industriales, preservando su legado histórico.

El Cavalciotto es el punto de apoyo de un complejo sistema de agua que serpentea a lo largo de 53 kilómetros, cruzando todo el territorio de Prato antes de desembocar en las aguas del río Ombrone.